Nieve y Cerdos Volando

He vuelto a salir del vivero, esta vez para no volver de manera física, esto no es normal en un árbol, nosotros, surgimos vivimos y desaparecemos en el mismo sitio, pero yo soy el Árbol Peregrino y he venido a lanzar un mensaje.

He conocido la nieve y me he inundado de ella, rodeado de ese maná para nuestro planeta, he sentido como mis ramas y mis hojas se llenaban de vida, tensándose hacia el cielo, os deberíais preguntar ¿por qué ya no nieva como debería hacerlo? ¿por qué la tierra no recibe en abundancia ese alimento tan importante para ella?.

He llegado hasta aquí en el coche de Javier, vamos de camino a su casa, donde empezaremos el peregrinaje a Santiago, ha sido un camino muy emotivo, he ido en brazos de su tía, la cual vive con un cáncer, he podido sentirla, he podido sentirlo, y me maravilla la fuerza que posee, mientras ella me sostenía, he podido transmitirla mi apoyo, mis ánimos y algún consuelo secreto que vosotros no entendéis aun. El cáncer es algo que es de ella y es ella quien tiene que verse a si misma, yo lo único que puedo hacer es ofrecerla una sonrisa y algún alivio secreto, que no os pienso contar, pues la estupidez humana casi acaba con nosotros con talas indiscriminadas cuando descubrieron que producimos una sustancia anti-cáncer, los taxanos, y la industria farmacéutica una de las mas despiadadas que existen, casi nos erradica en muchos puntos del planeta, !como es la estupidez humana!, si acabas con un recurso no lo puedes volver a usar, y los recursos que hay en la tierra, son ilimitados, si se saben ver, por eso son limitados para vosotros, si se aprende a tomar con conciencia, si se usan con amor dejaran de tener limite. Gracias Julia por este viaje entre tus manos, eres una humana muy fuerte y con una gran corazón.

Hemos llegado hasta aquí, echando humo por el tubo ese, que nosotros tengamos la capacidad de limpiarlo (tanta cantidad ya no somos capaces), no quiere decir que nos guste, ahora bien os quiero decir una cosa, ensucia más el planeta lo que sale de vuestras bocas, que lo que sale de los tubos esos, ensucia más el planeta lo que sale de vuestra mente, que lo que generan vuestros desperdicios. Sí ecologista, que no paras de juzgar, criticar, malpensar… tú también ensucias el planeta. Cuidado con vuestro ombligo no es el centro del universo, es vuestro centro y estáis muy descentrados.

Con esto no quiero decir que maltratéis a nuestro gran vecino y mejor amigo, el maná mas preciado para todos los viajeros de este planeta, sin el cual ninguno podríamos vivir este viaje, estaríamos muertos. Gracias Aire por la vida, Gracias Viento por tus caricias.

Solo os pido que os paréis a reflexionar, a observar lo que os rodea, y cuando digo observar, es observar, es ver, es sentir, es preguntar.. es volver a hacerlo, como hacemos nosotros enraizados en la tierra, con nuestras ramas y hojas al viento, aprendiendo de cada segundo de nuestra existencia.

Y ahora estoy aquí en la casa de Javier, aprendiendo a volar, pues soy un tejo que aprende a cada segundo de su existencia, soy un tejo que tiene que romper moldes, para los humanos y para los árboles, lo de peregrinar no es muy habitual en nuestra especie y seguro que moldeara mi manera de pensar, sentir.. que evoluciona con cada momento.

Aquí estoy en casa de Javier, volando con los cerdos, preparando el camino de Santiago.